Fue entonces cuando ella cerró los ojos y aspiró todo el aire de aquella playa. Sus lágrimas se deslizaban por sus mofletes, y él, inconsciente la miraba con cara de enamorado. Él acarició su rostro y secó sus lágrimas, que resbalaban por sus dedos. Se acercó a ella lentamente y mirándola se dio cuenta que no necesitaba a nadie más a su lado, que ella era la que le completaba al 100%, que solo su sonrisa era la encargada de hacerle completamente feliz. Se dio cuenta también de que no iba a dejar que ella se fuera nunca, y cogió fuerzas para decirle, por primera vez:
-Te quiero.
-Qué?- Sollozó.
-Que te quiero joder, que me he dado cuenta ahora y que solo quiero estar contigo, que se jodan los demás..-Le dijo él.
-Y ahora, por qué me dices esto? Después de todo el daño que me has hecho vienes a abrazarme y a decirme que me quieres, pero lo siento, no me lo creo, es demasiado tarde para ti, y para mí también, no me merezco sufrir una vez más. Yo también te quiero, te quise y te querré, pero a partir de ahora tú eres tú y yo soy yo, nunca más seremos un nosotros.-Contestó ella entre lágrimas y acto seguido se separó de sus brazos y se fue.

Él, se quedó allí plantado, impotente, y por una vez, se cambiaron los papeles, él lloraba y ella se iba dejándole roto por dentro.