Ella estaba harta de que sus amigas la tratasen mal, o simplemente no la tratasen. Estaba harta de que todos hicieran planes y nunca contasen con ella, también estaba harta de dar escusas para no salir de casa cuando no le apetecía, estaba harta de verlo día tras día y que ni si quiera se dijesen hola. Ella estaba harta de que la tratasen como una estúpida, que nunca le contasen nada. Estaba harta de apoyar a la gente que no se lo merecía. Estaba harta de escuchar los problemas de la gente y que NADIE se preocupase por los de ella. Estaba harta de no poder llorar cuando le apeteciera, estaba harta de no poder gritarle al mundo. Ella estaba harta de taparse cada mañana las ojeras con maquillaje, estaba harta de tantos problemas..

Ella estaba harta de muchísimas cosas, pero no se lo contaba a nadie, se lo guardaba todo y luego por la noche lloraba en silencio.

Ella estaba harta de todo, harta de un millón de cosas que nadie sabía, sólo ella y su almohada, su fiel (y prácticamente única) compañera en las noches de lágrimas, en las mañanas de dolor y las tardes de tristeza..

Ella estaba harta de cada minuto del día a día,

sólo tenía ganas de dejarlo todo pero no, nunca se rindió, luchaba día a día por fingir una sonrisa en su cara y fingir que todo estaba bien.