jueves, marzo 28

Llorar hasta que se te acaben las lagrimas, 
se te seque el alma y no puedas parar de hiperventilar.


Y odio que se me note que he llorado pero claro, soy de piel blanca y mis mofletes enrojecen cada vez que una lagrima resbala por mi cara y, cuantas más lágrimas caen, más se me hinchan los ojos. Y eso que no quería que nadie se enterara de que estaba llorando..

Y entonces te metes en la ducha para tener una excusa "El agua estaba tan caliente que me ha dejado toda la cara roja..." pero cuando sales de la ducha y te miras al espejo te das cuenta que se nota demasiado y que no pasa desapercibido. 

Esperas en el cuarto de baño a que se te pase, que no se te note tanto, y cuando ya estás lista respiras fuerte, muy fuerte y sales con una sonrisa de oreja a oreja.

Que nadie note que el mundo ha podido más que tú.



Y luego está esa sensación, cuando ya no lloras, 
cuando ya no sientes...

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